Bailarina: Ana Elena Brito- Temporada 38 Taller de Danza de Caracas. Foto: Juan C. de la Barra

15 verdades sobre ser bailarín profesional

Hace unas semanas, una bailarina compartió con nosotras a través de las redes sociales, un artículo sacado de un blog sobre danza. El artículo está originalmente en inglés, sin embargo quisimos traducirlo y compartirlo con ustedes en nuestra página porque creemos que tiene algunos consejos interesantes que cualquier bailarín podría aplicar en cualquiera de estas situaciones.

Muchos de los comentarios que se dieron a partir de este post cuentan lo difícil que puede ser la carrera de un bailarín clásico. Creemos que estas «15 verdades sobre ser bailarín profesional» se aplican no sólo para los bailarines de ballet, sino también para todos los demás géneros de la danza. Quizás muchos de ustedes estén más o menos de acuerdo con alguno o con otro, pero no dudarán en considerar algunas de estas «verdades» como muy útiles para cualquiera, incluso para los que no bailan.

El contenido original lo pueden conseguir entrandoaquí.

1. La danza es difícil. – Ningún bailarín alcanza el éxito sólo con su talento natural de nacimiento. Los bailarines son artistas y atletas. El mundo de la danza de hoy es muy similar a un deporte extremo. Los bailarines deben trabajar duro y perseverar. Un bailarín entrega años de su vida más su sudor, lágrimas y algunas veces sangre para tener el honor y el placer de presentarse sobre el escenario.

2. No siempre obtendrás lo que quieres. – No siempre obtendremos el rol que quisiéramos, ni obtendremos el trabajo que queremos, o escucharemos los cumplidos que queremos, haremos el dinero que queremos, ni veremos a las compañías funcionando de la manera que nos gustaría, etc, etc. Esto nos enseña humildad y respeto por los procesos, el arte y los maestros que hemos escogido para que nos enseñen. Entre más rápido aceptemos eso, más rápido podremos llegar a ser brillantes. Nunca podremos estar 100% seguros de que va a funcionar, pero podremos estar siempre 100% seguros de que no hacer nada no va a funcionar.

3. Hay mucho que no sabemos. – Siempre hay algo más que un bailarín puede aprender. Incluso nuestro maestro menos favorito, coreógrafos, directores, pueden enseñarnos algo. En el minuto en el que pensamos que lo sabemos todo, dejamos de ser valiosos.

4. Tal vez no haya mañana. – Un bailarín nunca sabe cuando su carrera puede de repente acabarse… La quiebra de una compañía, una lesión grave, un accidente de auto, la muerte… Baila todos los días como si fuera la última función. No guardes el placer de bailar para el escenario, incluso haz la rutina de ejercicios en clase con pasión.

5. Hay muchas cosas que no puedes controlar. – No puedes controlar quién te contrata, quién te despide, a quién le gustas y a quién no, las políticas de una compañía. No desperdicies tu talento y tu energía preocupándote por cosas que no puedes controlar. Concéntrate en perfeccionar tu trabajo, siendo el mejor bailarín que puedas ser. Mantén la mente abierta y una actitud positiva.

Gala de Estrellas del Ballet Ruso. Foto: Emilio Méndez
Gala de Estrellas del Ballet Ruso. Foto: Emilio Méndez

6. La información no es verdadero conocimiento. – El conocimiento viene de la experiencia. Puedes discutir un asunto cientos de veces, asistir a 1000 clases, pero a menos que salgas y te presentes en el escenario, sólo tendrás un entendimiento psicológico de la danza. Busca oportunidades de montarte en el escenario. Debes experimentar tú mismo el escenario antes de considerarte bailarín profesional.

7. Si quieres ser exitoso, debes demostrar que eres valioso. – La manera más rápida de perder un trabajo es probándoles a tus jefes que no te necesitan. En vez de eso, sé indispensable. Llega temprano, apréndete las coreografías, guárdate tus opiniones a menos que te las soliciten, y sobre todo: está dispuesto a trabajar duro.

8. Alguien más siempre va a tener más que tú o ser mejor que tú. – Así sea trabajo, dinero, roles, trofeos, no importa. En vez de quedarte estancado en el drama de lo que los demás están haciendo a tu alrededor, enfócate en las cosas en las que eres bueno, en las cosas que necesitas mejorar, y en las cosas que te hacen feliz como bailarín.

9. No puedes cambiar el pasado. – Todos tenemos un pasado. Todos hemos cometido errores, y todos tenemos momentos de gloria que queremos saborear. “¿Te vas a guardar el pedacito en el diente, sólo porque disfrutaste mucho la comida de anoche?”. La danza es una forma del arte que nos obliga a concentrarnos en el presente. Para dominar la danza hay que estar en el momento, en el minuto en el que la mente se distrae, las lesiones ocurren.

10. La única persona que puede hacerte feliz, eres tú. – La danza por sí misma no puede hacernos felices. La ruta hacia nuestra felicidad viene de nuestra relación con nosotros mismos, no de cuánto dinero ganamos, qué papel nos dieron, para qué compañía bailamos, o cuántos premios ganamos. Seguramente estas cosas pueden tener efectos sobre nuestro estado de ánimo, pero a la larga es lo que somos en el interior es lo que nos hace felices.

Espacio.Minimo. Significante de Hermanas Bracamonte. Festival Nueva Danza. Noviembre 2012 / Foto: Eliécer Quijada
«Espacio.Minimo.Significante» de Hermanas Bracamonte / Foto: Eliécer Quijada

11. Siempre habrá gente a la que no le gustes. – Los bailarines están ante la exposición pública cuando bailan, y especialmente en el mundo del Internet, las críticas abundan. No puedes ser todo para todo el mundo. Sin importar lo que hagas, siempre habrá alguien que piense diferente. Así que concéntrate en hacer lo que en el fondo de tu corazón sabes que está bien. Lo que los demás piensen y digan acerca de ti no es tan importante. Lo que importa es lo que tú sientes sobre tí mismo.

12. A veces fallarás. – Algunas veces, a pesar de tus mayores esfuerzos, de seguir el mejor consejo, estar en el lugar correcto, en el momento correcto, de todas maneras fallarás. El fracaso puede ser el catalizador de alguno de nuestros mayores aprendizajes y crecimientos personales. Si nunca nos equivocamos, nunca sabremos valorar nuestros logros. Está dispuesto a equivocarte. Cuando te pase (porque te va a pasar), acepta la lección que viene con ello.

13. Algunas veces tendrás que trabajar de gratis. – Todo bailarín profesional ha tenido que trabajar en alguna oportunidad sin ser remunerado económicamente. Si te piden que bailes de gratis, asegúrate de que estás realmente de acuerdo con hacerlo. Hay muchas buenas razones para trabajar de gratis, y hay también muchas buenas razones para no hacerlo. Pregúntate si vale la pena, si la experiencia será valiosa, si te dará alegría. Hazlo siempre consciente del acuerdo económico y no esperes que te ofrezcan algo de dinero después.

14. Repetir es bueno. Hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente no es sano. – Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás obteniendo lo mismo que estás obteniendo. Si continuas haciendo el mínimo requerido en la clase, no te quejes con tu maestro de no avanzar al próximo nivel. Si sólo das el mínimo necesario en tu compañía, conténtate con estar en el cuerpo de baile. Si quieres ir más allá de tu zona de comodidad, debes esforzarte por superar tus limitaciones auto impuestas.

15. Nuca te sentirás 100% listo. – Nadie se siente 100% preparado cuando una oportunidad llega. Los bailarines tienen que estar dispuestos a tomar riesgos. Desde soltar la barra de ballet para hacer un balance, hasta moverte alrededor del mundo para bailar con una nueva compañía, o confiar en una nueva pareja de baile para probar una nueva figura de baile, los bailarines deben tener una mente y una actitud tan flexible como sus cuerpos. Las mejores oportunidades en la vida nos obligan a ir más allá de nuestra zona de comodidad, lo que significa que no te vas a sentir totalmente cómodo ni listo para hacerlo.

BTC y BNM. Teatro Teresa Carreño. Abril 2012 / Foto: Luis Corona
Ballet Nuevo Mundo / Foto: Luis Corona


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