Gahllop, una danza para Frida Kahlo

Texto de: Luis Villasmil

La historia contemporánea es un relato que pasa de una publicación a otra. Cómo llegamos a recordar los hechos, es algo que para muchos está plagado de imágenes y sonidos que nos provee la prensa, la radio, la TV y las redes sociales.

La historia que relata la obra Gahllop (káhlo), es la de un personaje tan real y contemporáneo como la vida misma, la de una artista que de pronto en el año 2009 comienza a vender sus obras en 5 mil dólares -dibujos de intensos momentos de su vida: Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, artista exaltada por la industria de la moda como ícono de feminidad, estilo y vanguardia.


Se editan en el mundo colecciones de todo tipo con su imagen, vestidos, calzados, bolsos, bisutería etc. Frida, una mujer que vivió signada por las desgracias que recibió en su cuerpo, que vivió en efervescencia cotidiana, como miles de “alcaselsers” entrando juntos en un vaso. Una historia llena de metáforas que nos conecta con el presente, que nos llena de optimismo por el futuro y de justificaciones para seguir luchando, una experiencia de vida que nos habla de la eterna rebeldía del ser humano y nos recuerda el deber de permitirnos, no solamente soñar con el avance y el progreso, sino vivirlo y hacerlo realidad en cualquier tiempo y espacio que nos toca vivir. Esta mujer se volvió imagen cotidiana de la pasión.

Para los bailarines la escena es sinónimo de ebriedad, la pasión se hace presente y concreta en sus vidas a través del cuerpo físico envueltos en una particular relación. El pintor,  el escultor o el músico usan la materia o los instrumentos, para el bailarín el cuerpo es la materia y el instrumento con que hacen visible la danza. Sentir dolor, tensión, cansancio y distintos somas emocionales y energéticos es parte de la vida del bailarín como para ningún otro individuo, la búsqueda de conexiones absolutas y profundas con el cuerpo son una constante.

De la misma manera, supo representarlo esta señora mexicana en cada una de sus obras. En su imaginario podía polarizar la realidad en algo nuevo y surrealista, revitalizando maravillosos estilos del arte ya olvidados o desconocidos por las masas, los cuales hoy siguen siendo influencia clave en la realidad contemporánea, dictando a la sociedad patrones de comportamiento que se han vuelto cotidianos, observados posteriormente con el paso de las décadas por analistas del comportamiento humano en sociedad.

Gahllop es una composición de movimiento en la cual participan un grupo de artistas del ámbito escénico y el audiovisual. Yitzhak Fowks Z. señala el camino sonoro; Alejandra Corrales y Yeceni González dos mágicas bailarinas junto a las cuales dediqué esta pieza a «la Paloma» (Frida Kahlo); la vida impresa se escucha en la voz de Leonor Lanza; y Carlos Zavarce quien plasma con su pincel la obra de Kahlo en los cuerpos de las intérpretes, también interviene el espacio con dos camas representativas del tiempo/espacio que transcurre, en intensidades como la pasión de la espera.
En Gahllop también aporta Enrique Moreno Dbeiss, quien realizó una pieza audiovisual que transmite imagen de circuito cerrado a dos monitores donde conceptos plásticos y audiovisuales se unen para trastocar la realidad. En el preámbulo y el cierre, los videos de la comunicadora audiovisual Nela Cote, sitúan al público en una atmósfera psíquica-emocional anunciando un evento de frecuencias conflictivas universales.


En la danza, la manifestación total de la conciencia en la realidad es el cuerpo, una idea que estuvo fuera del movimiento de la danza hasta el advenimiento de las técnicas corporales, un momento en que la danza hizo un web importante. El siglo XX nos trajo el conocimiento del cuerpo en su amplio espectro reflexivo y experimental, las mujeres soportando las luchas del mundo entendido como la vuelta a la madre, a la tierra y a la naturaleza. El cosmos ha vuelto a nosotros en la imaginación del ser humano, la transformación de nuestras experiencias de vida puesta en nuestras manos y bajo nuestra voluntad, hacer de una vida trágica un cuadro hermoso y deseable el mayor de nuestros atributos como seres humanos.
Gahllop, compuesta de seis escenas, donde la vida es contada hasta la ebullición de las emociones, recrea particulares momento en la vida de Frida Kahlo -quien usó su imaginario creativo y pintó de colores su vida-, empleando imágenes pictóricas, simbólicas y arquetípicas y un lenguaje postmo-expresionista donde el personaje es el tema principal.


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